Detrás de cada tatuaje hay un equipo: así trabajamos en Ghetto Youth Tattoo
Más que un estudio, una familia
Si algo he aprendido en todos los años que llevo gestionando Ghetto Youth Tattoo, es que este estudio no es solo un lugar donde se hacen tatuajes.
Es una familia.
Cada uno de los tatuadores/as que forma parte del equipo tiene su estilo, su forma de trabajar y su manera de conectar con la gente, pero todos compartimos la misma filosofía: hacer bien las cosas, con pasión, respeto y profesionalidad.
Como Tattoo Shop Manager, mi papel es asegurarme de que todo funcione: desde la organización de las citas y la atención al cliente, hasta que el ambiente sea el adecuado para que los artistas puedan concentrarse y crear con libertad.
Pero lo que realmente me llena es ver cómo cada tatuaje nace de una conexión entre todos: el cliente, el tatuador/a… y, de alguna manera, también yo, que acompaño todo el proceso.
El equilibrio entre arte y gestión
Muchos piensan que en un estudio solo se tatúa, pero detrás hay mucho más.
Coordinamos agendas, pedidos, limpieza, materiales, diseño, horarios, redes sociales, presupuestos… Y lo más importante: personas.
Mi misión es que los artistas puedan centrarse en lo que mejor saben hacer —crear arte— sin preocuparse de todo lo demás.
Mientras ellos piensan en luces, sombras y composición, yo me ocupo de que todo esté a punto, de que el cliente llegue tranquilo, y de que cada sesión fluya sin estrés.
Cuando hay buena comunicación entre todos, el estudio se convierte en una máquina perfectamente sincronizada. Y eso, créeme, se nota en el resultado final de cada tatuaje.
Cada artista, un estilo; un mismo espíritu
En Ghetto Youth Tattoo tenemos tatuadores/as con estilos muy diferentes: desde realismo hasta tatuajes de línea fina, color, blackwork o lettering.
Esa diversidad es una de nuestras mayores fortalezas. Cada uno aporta su visión, su talento y su energía al conjunto.
Y ahí está lo bonito de mi trabajo: ver cómo esas diferencias se complementan.
Cuando un cliente entra al estudio, puedo recomendarle quién encaja mejor con su idea, y sé que estará en buenas manos, porque todos comparten la misma ética y la misma pasión.
No somos competencia unos de otros; somos un equipo que se apoya, que aprende y crece junto. Y cuando uno de nosotros brilla, de alguna forma, brillamos todos.
Cuidar la experiencia del cliente es cosa de todos
Desde que alguien escribe por primera vez hasta que se marcha con su tatuaje recién hecho, hay un trabajo conjunto detrás.
Yo me ocupo de que la atención sea cercana, transparente y profesional. Ellos ponen el arte, la técnica y la sensibilidad.
Nos gusta que cada persona que entra por la puerta se sienta cómoda, escuchada y segura. Porque sabemos que un tatuaje no es solo estética: es emoción, confianza y una historia personal. Y esa historia merece que todos estemos implicados.
Un estudio con alma
Podría decir que mi trabajo es “gestionar un estudio”, pero en realidad es mucho más.
Es mantener viva la energía del equipo, cuidar los detalles y asegurar que cada persona —cliente o artista— sienta que Ghetto Youth Tattoo es un lugar especial.
Aquí no trabajamos con prisas ni con ego. Trabajamos con corazón, y eso se nota en cada tatuaje que sale del estudio.
Porque detrás de cada diseño, cada cita y cada sonrisa, hay un equipo que vibra en la misma dirección.
Mary, Tattoo Shop Manager de Ghetto Yoth Tattoo (Alcorcón)

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